Quizás nunca te has parado ha pensar el valor de lo que te rodea por su realidad, es decir, su existencia, desde que este nace hasta que muere, o mejor dicho, hasta el momento en que tu lo estas visualizando.
Las paredes de esta ciudad guardan secretos indesvelables que generación tras generación han ido grabando en cada calle,en cada muro, en cada parque... en cualquier rincón. Estas han olido, escuchado y visto las costumbres de antaño, han visto crecer a sus hijos y se han enorgullecido con la llegada de sus nietos.
Si de verdad echáramos una mirada atrás en el tiempo casi podemos notar el calor de estas paredes.
Los seres humanos vivimos de recuerdos. Podemos relacionar situaciones tan solo perebiendo una música, degustando un plato u oliendo un aroma que nos resulte familiar. Cualquier cosa puede trasladarnos a un momento ya vivido, sea bueno o malo, especial e incluso alguno triste, pero estan ahí, son inborrables.
Cada ciudad silencia infinidad de situaciones que casi podemos palparlas si de verdad prestamos una especial atención a cada sitio.
Definitivamente esto no podemos percibirlo a simple vista, pero merece la pena darle unos segundos de tu tiempo para que este se exprese.
Los edificios modernos, por ejemplo, si... estéticamente son bonitos, pero...¿Qué sensación te transmiten? ¿Acaso es comparable una cristalera de oficina con un ventanal Andaluz? ¿O tal vez un muro de mármol con la rugosidad y el deconchamiento de uno antigüo? una simple silla, el portón de una puerta... Párate a pensar y compáralos.
Bajo mi punto de vista hay una diferencia abismal, y no por eto quito más importancia a uno u otro, sino que pretendo resaltar la esencia de lo antigüo que nos rodea y a veces, infravaloramos.
En este proyecto me he centrado en Málaga ya que es mi ciudad, pero esto es aplicable a cualquier rincón del mundo. Démosle color al detalle más desaperibido.
Graffiti de Pablo Picasso
Tïpico ventanal Andaluz
Claro contraste antigüo/nuevo
